Entrevista con Rita Levi-Montalcini
(22/12/2005)
- ¿Cómo celebrará sus 100
años?
- Ah, no sé si viviré, y
además no me placen las celebraciones.
¡Lo que me interesa y me da placer es lo que
hago cada día!
- ¿Y qué hace?
- Trabajo para becar a niñas africanas
para que estudien y prosperen ellas
y sus países. Y sigo investigando, sigo
pensando...
- No se jubila.
- ¡Jamás! ¡La jubilación
está destruyendo cerebros! Mucha gente se
jubila, y se abandona... Y eso mata su cerebro. Y
enferma.
- ¿Y cómo anda su cerebro?
- ¡Igual que a mis 20 años! No noto
diferencia en ilusiones ni en capacidad.
Mañana vuelo a un congreso
médico...
- Pero algún límite
genético habrá...
- No. Mi cerebro pronto tendrá un
siglo..., pero no conoce la senilidad. El cuerpo se
me arruga, es inevitable, ¡pero no el
cerebro!
- ¿Cómo lo hace?
- Gozamos de gran plasticidad neuronal: aunque
mueran neuronas, las restantes se reorganizan para
mantener las mismas funciones, ¡pero para ello
conviene estimularlas!
- Ayúdeme a hacerlo.
- Mantén tu cerebro ilusionado, activo,
hazlo funcionar, y nunca se degenerará.
- ¿Y viviré más
años?
- Vivirá mejor los años que viva,
que eso es lo interesante. La clave es mantener
curiosidades, empeños, tener pasiones...
- La suya fue la investigación
científica...
- Sí, y sigue siéndolo.
- Descubrió cómo crecen y se
renuevan las células del sistema
nervioso...
- Sí, en 1942: lo llamé nerve
growth factor (NGF, factor de crecimiento
nervioso), y durante casi medio siglo estuvo en
entredicho, ¡hasta que se reconoció su
validez y en 1986 me dieron por ello el premio
Nobel!
- ¿Cómo fue que una chica italiana
de los años veinte se convirtió en
neurocientífica?
- Desde niña tuve el empeño de
estudiar. Mi padre quería casarme bien, que
fuese buena esposa, buena madre... Y yo me
negué. Me planté y le confesé
que quería estudiar...
- Qué disgusto para Papá,
¿no?
- Sí. Pero es que yo no tenía una
infancia feliz: me sentía patito feo, tonta
y poca cosa... Mis hermanos mayores eran muy
brillantes, y yo me sentía tan
inferior...
- Veo que convirtió eso en un
estímulo...
- Me estimuló también el ejemplo
del médico Albert Schweitzer, que estaba en
África para paliar la lepra. Deseé
ayudar a los que sufren, ¡ése era mi
gran sueño...!
- Y lo ha hecho..., con su ciencia.
- Y, hoy, ayudando a niñas de
África para que estudien. Luchemos contra la
enfermedad, sí, ¡pero todo
mejorará si acaba la opresión de la
mujer en esos países islamistas...!
- La religión ¿frena el desarrollo
cognitivo?
- Sí, la religión margina a la
mujer frente al hombre, la aparta del desarrollo
cognitivo.
- ¿Existen diferencias entre el cerebro del
hombre y el de la mujer?
- Sólo en las funciones cerebrales
relacionadas con las emociones, vinculadas al
sistema endocrino. Pero en cuanto a las funciones
cognitivas, no hay diferencia alguna.
- ¿Por qué todavía hay pocas
científicas?
- ¡No es así! ¡Muchos hallazgos
científicos atribuidos a hombres los
hicieron en verdad sus hermanas, esposas e
hijas!
- ¿De veras?
- No se admitía la inteligencia femenina,
y la dejaban en la sombra. Hoy, felizmente, hay
más mujeres que hombres en la
investigación científica: ¡las
herederas de Hipatia!
- La sabia alejandrina del siglo IV...
- Ya no acabaremos asesinadas en la calle por
monjes cristianos misóginos, como ella.
Desde luego, el mundo ha mejorado algo...
- Nadie ha intentado asesinarla a usted...
- Durante el fascismo, Mussolini quiso imitar a
Hitler en la persecución de
judíos..., y tuve que ocultarme por un
tiempo. Pero no dejé de investigar:
monté mi laboratorio en mi dormitorio...
¡y descubrí la apoptosis, que es la
muerte programada de las células!
- ¿Por qué hay tan alto porcentaje
de judíos entre científicos e
intelectuales?
- La exclusión fomentó entre los
judíos los trabajos intelectivos: pueden
prohibírtelo todo, ¡pero no que
pienses! Y es cierto que hay muchos judíos
entre los premios Nobel...
- ¿Cómo se explica usted la locura
nazi?
- Hitler y Mussolini supieron hablar a las
masas, en las que siempre predomina el cerebro
emocional sobre el neocortical, el intelectual.
¡Manejaron emociones, no razones!
- ¿Sucede eso ahora?
- ¿Por qué cree que en muchas
escuelas de Estados Unidos se enseña el
creacionismo en vez del evolucionismo?
- ¿La ideología es emoción,
es sinrazón?
- La razón es hija de la
imperfección. En los invertebrados todo
está programado: son perfectos.
¡Nosotros, no! Y, al ser imperfectos, hemos
recurrido a la razón, a los valores
éticos: ¡discernir entre bien y mal es
el más alto grado de la evolución
darwiniana!
- ¿Nunca se ha casado, no ha tenido
hijos?
- No. Entré en la jungla del sistema
nervioso ¡y quedé tan fascinada por su
belleza que decidí dedicarle todo mi tiempo,
mi vida!
- ¿Lograremos un día curar el
alzheimer, el parkinson, la demencia senil...?
- Curar... Lo que lograremos será frenar,
retrasar, minimizar todas esas enfermedades.
- ¿Cuál es hoy su gran
sueño?
- Que un día logremos utilizar al
máximo la capacidad cognitiva de nuestros
cerebros.
- ¿Cuándo dejó de sentirse
patito feo?
- ¡Aún sigo consciente de mis
limitaciones!
- ¿Qué ha sido lo mejor de su
vida?
- Ayudar a los demás.
- ¿Qué haría hoy si tuviese
20 años?
- ¡Pero si estoy haciéndolo!
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